El domingo fue un día como otro domingo cualquiera salimos a pasear al río, hacía un día estupendo, de esos de calor, no parecía otoño para nada, cogimos la bici, el patín, pelota y objetos varios, y nos bajamos a disfrutar de la mañana soleada.... hasta ahí todo perfecto.
Quedamos con unos amigos, su hija es amiguita de Blanca y estuvimos paseando... pero ahí se torció el día, nos han dado la noticia que se mudan de ciudad, con el cariño que os habíamos cogido todos y a todos en tan poco tiempo.... y la verdad es que nos vino como un jarro de agua fría.
De momento, creo que aún tenemos un año para disfrutar de vuestra compañía. Os vamos a echar muchísimo de menos.
Gracias por permitirme dedicar el post de hoy a unos grandes amigos.
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